SACRAMENTO, California – Conseguir agua potable le costó a Ignacio Padilla su seguro médico.

Este veterano de la Segunda Guerra Mundial necesitaba pagar el préstamo de la bomba de agua instalada en su propiedad de un acre, en el condado rural de Tulare. Ahorró cuidadosamente unos cuantos miles de dólares para poder pagar la deuda, pero se dio cuenta de que esos ahorros lo situaban por encima del umbral de activos para seguir en Medi-Cal, el programa de Medicaid de California para personas con bajos ingresos.

Lo sacaron del programa de seguro médico en 2019.

No fue un gran problema en ese momento. Padilla aún tenía cobertura de Medicare y del Departamento de Asuntos de Veteranos (VA), y podía llevar una vida independiente, aunque aislada.

Pero ahora Padilla tiene 95 años y sufre una insuficiencia cardíaca congestiva. Sus hijos están tratando de que vuelva a recibir el Medi-Cal para que pueda cubrir los gastos de una residencia de adultos mayores.

A su hija mayor, Emily Ysais, le preocupa que las finanzas de Padilla —por limitadas que sean— vuelvan a descalificarlo. Recibe $1,100 al mes de su pensión y de la Seguridad Social. Si el VA aprueba el pago mensual por cuidados que ella le ayudó a solicitar, su padre podría superar el límite de la “prueba de activos” de Medi-Cal.

“Tenemos las manos atadas”, dijo Ysais, de 67 años. “Es difícil encontrar la manera de cuidarlo”.

Pero las cosas están cambiando, aunque quizás no lo suficientemente pronto para Padilla. Una disposición del recién aprobado presupuesto estatal de California eliminará la prueba de activos para los 2 millones de californianos inscritos tanto en Medi-Cal como en Medicare, el programa federal de seguro de salud para personas de 65 años o más y personas menores de 65 años con ciertas discapacidades. En su lugar, su elegibilidad financiera se basará únicamente en los ingresos, como lo es para millones de personas en Medi-Cal.

La eliminación de la prueba cambiará las cosas para los californianos mayores o discapacitados que necesiten cuidados de larga duración, pero que viven un dilema: no ganan lo suficiente para cubrir los altos costos de los cuidados en hogares y no pueden confiar en Medicare, que no cubre las estadías prolongadas en centros para mayores. Pueden conseguir ese cuidado a través de Medi-Cal, pero primero tendrían que acabar con sus ahorros.

El acuerdo sobre el presupuesto estatal para 2021-22 incluye varias disposiciones que facilitarán el acceso y la permanencia en Medi-Cal, incluida la eliminación de la prueba de activos. Todas las personas mayores de 50 años serán elegibles, independientemente de su estatus migratorio.

Y a las nuevas madres se les permitirá permanecer en Medi-Cal durante un año después de dar a luz, en lugar de 60 días.

El presupuesto también incluye $15 millones en los próximos tres años, a partir de este año, para desarrollar formularios de inscripción en línea y traducirlos a varios idiomas, y $8 millones para que los condados ayuden a algunas personas que reciben atención en el hogar a permanecer inscritos.

California tiene un alto índice de aceptación de Medi-Cal, con un 95% de personas inscritas que cumplen los requisitos, señaló Laurel Lucia, directora del programa de atención sanitaria del Centro para la Investigación Laboral y la Educación de la Universidad de California-Berkeley. Pero del resto de personas sin seguro, unas 610,000 cumplen los requisitos para recibir el Medi-Cal, añadió.

“Lo estamos haciendo bien, pero hay muchas personas que reúnen los requisitos y no están inscritas”, afirmó Lucia. “Las barreras a la inscripción y retención de Medi-Cal son realmente multifacéticas, por lo que las soluciones tienen que serlo también”.

Este es un momento especialmente volátil para el programa, que cubre 13,6 millones de californianos. El estado trata de mejorar la calidad de la atención mediante la renegociación de sus contratos con las compañías de seguros de atención gestionada. Al mismo tiempo, el gobernador Gavin Newsom y el Departamento de Servicios de Salud del estado están proponiendo una revisión masiva que proporcionaría más servicios a las personas sin hogar y a las personas encarceladas, e impulsaría la atención a la salud mental.

Mientras tanto, la inscripción de Medi-Cal sigue creciendo: Los funcionarios estatales estiman que la inscripción se disparará a 14,5 millones este año fiscal, que comenzó el 1 de julio.

Los cambios en el Medi-Cal que se aprobaron en el presupuesto incluyen una expansión que los legisladores demócratas han estado buscando durante años: California ya permite que los inmigrantes indocumentados de hasta 26 años reciban todas las prestaciones de Medi-Cal. A partir de la próxima primavera, esto se ampliará a los mayores de 50 años.

Las autoridades estatales estiman que unas 175,000 personas se inscribirán en el primer año, y que otras 3,600 lo harán cada año a partir de entonces, lo que acabará costando al estado $1,300 millones anuales.

Y a partir del próximo mes de julio, las nuevas madres podrán permanecer en Medi-Cal hasta un año después de dar a luz. Para 2027, la cobertura adicional se espera que le cueste al estado unos $200 millones al año.

La líder republicana de la Asamblea, Marie Waldron, de Escondido, quien dijo que apoya la ampliación de la elegibilidad para el programa en circunstancias limitadas, fue la autora de un proyecto de ley que permitiría a las personas encarceladas inscribirse antes de su excarcelación, que finalmente se incluyó en el presupuesto que entrará en vigor en 2023.

Pero dijo que los cambios en el presupuesto de este año van demasiado lejos.

“La costosa atención médica administrada por el gobierno no funciona, y la mayoría de los votantes no quieren pagar por ella”, señaló Waldron. “Pero los demócratas de California parecen pensar que a todo el mundo le va a encantar una vez que esté en ella, lo cual no es cierto. Es un socialismo rastrero”.

La eliminación de la prueba de activos de Medi-Cal para los californianos mayores y aquellos con ciertas discapacidades, que entra en vigor el 1 de julio de 2022, marca un cambio dramático en el programa. Los funcionarios estiman que le costará al estado unos $200 millones al año una vez que se implemente, debido al aumento de las inscripciones.

Ahora mismo, estas personas no pueden acceder a Medi-Cal si tienen ahorros superiores a los $2,000. Para las parejas, son $3,000. Las complicadas reglas dictan lo que cuenta como “activo” y lo que no: una casa no cuenta y un auto tampoco, pero un segundo auto sí. Los anillos de compromiso y las joyas de familia están bien, pero otras joyas cuentan para el límite.

En última instancia, la prueba favorece a las personas y familias que pueden sortear las normas y encontrar formas de ocultar el dinero en cuentas exentas, apuntó Claire Ramsey, abogada de Justice in Aging.

“Se crean obstáculos administrativos, lo que mantiene a la gente artificialmente fuera del programa”, dijo Ramsey. “Si es difícil para los abogados entender todas las reglas, ¿qué significa eso para la persona promedio que sólo está tratando de conseguir un seguro de salud?”

La Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA) eliminó la prueba de activos para la mayoría de los inscritos en Medicaid, basando la elegibilidad financiera exclusivamente en los ingresos, pero dejó fuera a las personas que califican tanto para Medicaid como para Medicare.

Esto es especialmente importante cuando se trata de costosos cuidados a largo plazo, como las residencias de mayores, que pueden costar $10.000 al mes, explicó Patricia McGinnis, directora ejecutiva de California Advocates for Nursing Home Reform.

Medicare sólo cubre los cuidados en residencias en circunstancias limitadas y durante un máximo de 100 días. Después de eso, los pacientes deben encontrar otra manera de pagar, ya sea de su propio bolsillo o a través de Medi-Cal. Dado que muchas personas no pueden acceder a Medi-Cal si tienen demasiado dinero u otros bienes, tienen que gastar sus ahorros y deshacerse de sus pertenencias antes de poder entrar en el programa.

“Miles y miles de personas se han empobrecido para poder permitirse la atención en residencias”, afirmó McGinnis. “¿Quieres atención médica gratuita? Vas a tener que gastar hasta el último céntimo que tengas para conseguirla”.

Un análisis de la Asamblea estatal estimó que 17,802 californianos adicionales habrían sido elegibles en 2018 si la prueba de activos no se hubiera requerido. De ellos, 435 estaban en cuidados a largo plazo, y en el transcurso del año, 263 gastaron su dinero o regalaron sus activos para calificar para Medi-Cal.

La legisladora Wendy Carrillo, demócrata de Los Angeles, autora del proyecto de ley sobre la prueba de activos que se incluyó en el presupuesto, considera que la eliminación del requisito forma parte de un movimiento más amplio hacia la cobertura universal, en línea con los esfuerzos para ampliar el Medi-Cal a los inmigrantes mayores indocumentados o establecer un sistema de pagador único.

“Tenemos que trabajar de forma agresiva y proactiva en una legislación que dé cobertura a más personas”, expresó Carrillo. “Y hasta que tengamos una atención sanitaria universal, estos son los pasos necesarios para garantizarla”.

Esta historia fue producida por KHN, que publica California Healthline, un servicio editorialmente independiente de la California Health Care Foundation.

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